viernes, 13 de junio de 2008

Sin título

Apago el cigarrillo y escribo rápidamente, antes que estas palabras se esfumen de un modo tan veloz como el humo que despido entre estos labios míos, secos, cortados por el frío de Buenos Aires y de tu

ausencia.

Y es que recuerdo esa hora en que nos detuvimos en el tiempo, quizás por unos minutos, quizás por años... ¡No sé! Para mí fue un momento no meditado-exacto en que nos hundimos en el barro de la

verdad.

Creo que ni mis pobres libros de historia ni mis apuntes apilados por 6 años podían sacarnos de allí. Ni siquiera tus manos

blancas,

sujetándome fuerte y cálidamente en ese bar ignoto de San Telmo. Tengo tan presente tus ojos profundos, llenos de

peronismo

y justicia,

mirándome con culpa y con piedad, que nada de lo que ocurre fuera de esa imagen sellada en mi mente importa.

Te has llevado mi verdad. Me has dejado tu

ausencia,

el frío

y el humo.



Marianela Aladio

No hay comentarios: