domingo, 8 de febrero de 2009

Para partirnos la cabeza y el alma: Qos qo

En Cusco hay que sobrevivir a dos cosas: a la altura y al tráfico.

Estar entre los los 3000 y 3500 metros sobre el nivel de mar (a diferencia de Bue, que está a un metro...), es como subir al Cristo Redentor en Mendoza y seguir con tu vida normalmente...

Los peruanos son de terror manejando, con decirles que Andre y yo éramos el Gurí Martínez y Marquito Di Palma, estacionando en Quilmes centro, en hora pico y con los ojos tapados ...
IMAGÍNENSE!!

Primeras recomendaciones:

*Descansar y dormir los dos primeros días en que se llega a Cusco. Masticar hojas y caramelos de coca. Tomar té de coca. No es una droga (bestias! no es cocaíana, jaja!!!), no hace mal. Es una hierba energizante, de vital importancia para la vida cotidiana en la Cordillera.

*Hay que comer poco y liviano, al principio. SIEMPRE, tomar mucha agua.

* Si no me das bola y hacés la tuya (como hicimos Andre y yo), para superar el apunamiento podés tomar unas píldoras recubiertas- mitad blancas, mitad rojas- (no recuerdo el nombre), que ayudan a subir la presión, respirar mejor y alivia el dolor de cabeza (no las pueden tomar aquellas personas con tendencia a la presión alta). Se consiguen en cualquier farmacia.

La sensación que provoca el mal de altura es la de tener el cuerpo todo flojo. En los oídos se siente el mismo zumbido que al salir de un boliche, aunque no haya ruido de hecho. También provoca dolores de cabeza y palpitaciones.

Algo bueno: la altura quita las ganas de fumar.

**MIREN HACIA TODOS LADOS AL CRUZAAAR LA CALLE!

No exagero. La prioridad allí la tienen los Daihatsu Cuore y los Daewo que hacen las veces de taxis. Si un carro te pisa, vos pagás los daños. OK?

NO VAYAN SIN ASISTENCIA AL VIAJERO.


El clima en esta Capital Histórica y Cultural del Perú es como el carácter de la mujer. Voy a redundar: sale el sol, luego llueve... hace frío... después hace calor, vuelve a llover.

Para estos inconvenientes, hay solución: llevar en la mochi siempre-además del agua y las hojas de coca- un pilotín.

Hay ropa tradicional muuuy linda y muuuy ponible.

Los lugares son muy tranquilos e increíbles.


NO HAY INSEGURIDAD.

NO HAY STRESS.


Algunas curiosidades:

Las peruanas (algunas) andan por la calle, con sus chicos a cuestas en la espalada, parecen de 40 o 50 años, pero sus hijos no tienen más de 6 años, y en verdad, no tienen más de 25 años. Están avejentadas (o como se dice en mi país, hechas mierda). Y hablan por celular, aunque se vistan como coyas...

No abundan para nada las panaderías.

Existe un Mc Donalds acondicionado al ambiente cusqueño (HORROR!).

Tengan en cuenta que para entrar a la catedral y la capilla principales de la ciudad, hay que pagar!!!

Yo no pago para rezar. Los templos son lugares públicos para los cristianos, no puede ser...

Todo se cobra acá.


Me enamoré perdidamente de la Plaza de Armas, que rebauticé la Plaza de los Argentinos. A eso de las 15hs se llena de argentos de todas las edades, raza y color... Es muy lindo, porque te hace sentir cerca de tus pagos, aunque estés a kilómetros.


Marianela Aladio

3 comentarios:

Victoria dijo...

Jajajajajajjajaja... ay, Marian, me mató el "hablan por celular, aunque se vistan como collas"...

Marian dijo...

jajaja


soy increíblemente boluda total, pero de verdad, choca un toque la primera vez que los ves.

Maty dijo...

---> **MIREN HACIA TODOS LADOS AL CRUZAAAR LA CALLE!.
jajajaj Buenisimo,
Que bueno que hallan podido estar en un lugar tan power como Cuzco!, Un beso.